Cuarta colaboración con el programa Longitud de Onda de Radio Clásica de Radio Nacional de España. Guión previo.
En mi anterior aparición con este programa habíamos
acabado afirmando que la cabaña era poco más o menos el templo que podíamos
construirnos cada cual para aspirar a tener una vida espiritual en compañía de
la música. Pero justamente ese
aislamiento es el que pone en tela de juicio la propia búsqueda espiritual,
la propia salvación que buscamos en el espíritu. Porque siendo cada uno de
nosotros tan poca cosa, enseguida nos damos cuenta de que la única
salvación posible, la única salvación con alguna garantía, es la salvación
colectiva. La salvación espiritual colectiva. Y eso y no otra cosa es nuestro templo, o mejor dicho, nuestro templo ideal, la catedral gótica cristiana, porque ese y no otro es el templo al
Espíritu construido por toda la
colectividad.
Pensando en términos musicales, podríamos decir en justa correspondencia que la polifonía es ese tipo de música conformada colectivamente, con varias voces que se entremezclan como los artífices de una catedral.
Pensando en términos musicales, podríamos decir en justa correspondencia que la polifonía es ese tipo de música conformada colectivamente, con varias voces que se entremezclan como los artífices de una catedral.
NUPER ROSARUM FLORES,
Guilleaume Dufay
A Dufay le tengo un gran aprecio, porque buscando piezas
fáciles para tocar en cuarteto con mi mujer y mis dos hijas, cayó en mis manos
un cancionero de música del renacimiento y de ese modo descubrí la existencia y
la música de compositores del siglo XV como Dufay, Jacob Obrecht, John Dunstable o Josquin des Pres.
Unos pocos años después fui de viaje de estudios con mis
alumnos a Florencia y preparando material para enseñarles la catedral de Santa María di Fiore me llevé una
gratísima sorpresa: que fue el propio Dufay el que compuso en 1436 el motete
para la finalización de sus obras, es decir, para la inauguración de la cúpula
de Brunelleschi.
Acerca de este
singular momento cabe una larga y profunda reflexión sobre la que he dejado
por ahí algunos apuntes en mis blogs y en mis libros y hasta en una entrevista
que me hicieron en el Jot Down: y es que con la finalización de la construcción
de una catedral, Santa María de las Flores, bajo la batuta de un solo hombre,
de un artista genial, se da carpetazo a la historia de la
construcción de catedrales como templos de construcción y salvación colectiva,
y a partir de entonces el Hombre, el Artista, va a sustituir en protagonismo al
Espíritu Colectivo.
Lo que dicho en términos musicales podía entenderse como el anuncio del final de la polifonía.
Lo que dicho en términos musicales podía entenderse como el anuncio del final de la polifonía.
Con la elevación del
Hombre a Artista o Creador, se inicia la larga agonía o muerte de Dios, un
proceso de tres o cuatro siglos en el que el Cisma Protestante Centro Europeo y Británico tiene un papel
central después del Humanismo Italiano y antes de la Ilustración francesa. Los oratorios musicales protestantes tuvieron un papel vertebral en
el desarrollo de sus diversas ramas religiosas, a excepción, claro está, del
siniestro calvinismo, donde la música fue inicialmente proscrita. Así que a la
Catedral de Ginebra no iremos, no, ja ja ja.
Thomaskirsche de Leipzig
Nikolaskirsche de Leipzig
Para ilustrar ese papel que la música representa en el mundo
luterano lo que voy a hacer es llevarles a Leipzig, donde estuve con mis hijas y mi mujer en el
verano del 2006 para entrar con devoción en la Thomaskirsche, el templo donde
Bach era maestro de capilla (y donde está enterrado como si fuera un obispo… ah ah, qué decepción),
y a continuación ir a la cercana Nicholaskirsche de Leipzig donde se estrenó la
Pasión según San Juan, para escuchar allí el Aria de este gran Oratorio en la que con las tres estremecedoras palabras EST IST OLBRACH (todo está
consumado) parece anunciarse al mundo por
segunda vez la muerte de Dios.
Después de escuchar piezas como esta uno se queda sin
palabras y sin nada que decir. Pero en su propia construcción como religión o como Gran Relato, que decía Eugenio Trías, el
cristianismo aúna la muerte con la resurrección de Dios. La muerte como hecho cruel, real e
incontestable. Y la resurrección como ilusión, metáfora o esperanza de vida y
salvación de la muerte.
Nosotros seguimos viviendo después de estas tres muertes de Dios e incluso del certificado de defunción rubricado por Nieztsche en el siglo XIX, pero durante todo este tiempo hemos seguido construyendo templos y componiendo músicas religiosas aunque ya nunca con el rango o
carácter de la catedral gótica y de sus polifonías.
Y uno de esos pequeños templos musicales que hemos
construido los hombres durante estos tres o cuatro siglos de la muerte a plazos de
Dios es el órgano de iglesia, un instrumento musical que es como una catedral
en miniatura y que, lógicamente es tocado
por un solo hombre (un artista).
Cuando era estudiante de arquitectura en Barcelona solía ir
a los conciertos de órgano que daban en la Catedral a pensar si no me había
equivocado de carrera y estaría arruinando mi vida con esto de la arquitectura, porque lo que de verdad me
hubiera gustado entonces era ser es ese tipo que se sentaba al teclado del
órgano e inundaba de música toda la catedral.
Como os podéis imaginar, cada vez que entro a un templo
siempre me detengo a admirar esas pequeñas pero magníficas catedrales de música
que son los órganos. Y como me pilla cerca uno de ellos y lo tienen todos a
mano abriendo el post que le dediqué a la iglesia de Briones en el blog
edificios LHD, he pensado poner allí un
poco de música de órgano de un autor bastante más mundano que Bach y con un
tema que por ser tan compartido por todo el mundo hasta pudiera parecer vulgar. Es un tema que evoca la
alegría, alegría seguramente ficticia, pero alegría al fin y al cabo: la
alegría de la resurrección, la alegría
de la ilusión de la vida tras saber que la verdad más incontestable y el más cierto de nuestros destinos es la muerte.
Lo que quedó en la radio de este guión hablando en directo pueden oírlo clicando en este enlace.