miércoles, febrero 27, 2008

EL TIO DULIN

Javier Dulín no pudo venir ayer al pase de Mi tío, pero a cambio me envió un par de fotografías que hicimos hace unos años cuando, estando de vista en Oxford, nos acercamos a ver el Queen´s Collage del en otro tiempo famoso James Stirling.

Cuando tuvimos ante nuestra vista esa especie de gigantesca nave espacial de ladrillo que hizo furor en los setenta y nos dispusimos a fotografiarla, nos dimos cuenta de que justo al lado había una casa que podía pasar perfectamente por ser la de “mí tío”. No paramos de reír. Como ayer yo en el pase de la peli. Estas son las dos fotos:




martes, febrero 26, 2008

MI TIO


A Christopher Alexander le tendría que gustar mucho esta película.

En las argumentaciones de El Modo Intemporal de Construir o el Lenguaje de Patrones, esos dos libros magníficos de los años ochenta que en la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Logroño venimos usando para enseñar arquitectura y decoración, Alexander se apoya en las fotografías, pero no lo hace con el cine. Sin embargo el método es el mismo: para desenmascarar la arquitectura moderna, la arquitectura de autor, la arquitectura de las revistas y los libros de historia, Alexander contrapone fotografías de lugares anónimos pero vivos, frente a fotografías de lugares de autor pero desolados. Justo lo que hace Jacques Tati en su célebre película “Mi tío”: contraponer el viejo barrio del Sr. Hulot y el modernísimo chalet de su hermana para denunciar el corte brutal que parecía haberse producido justo en aquellos años al perderse “el modo intemporal” de hacer y vivir la ciudad.

En referencia a Gattaca, la anterior película que vimos en este Ciclo de Cine y Diseño de la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Logroño, es curioso hacer notar la coincidencia de fechas: mientras el Centro Cívico de San Rafael en North California de Frank Lloyd Wright, construido en 1957, era utilizado como escenario para una historia de ciencia ficción, la película de Jacques Tati, estrenada justamente en 1958, planteaba el desazonador futuro que nos esperaba de seguir por la línea de la modernidad arquitectónica y urbana triunfante.

Cincuenta años después (buena ocasión la de celebrar su cincuentenario para haber programado esta película) el problema sigue siendo el mismo pero la perspectiva ya es otra: los viejos barrios como el que habita Mr Hulot están ya mucho más decrépitos y exhaustos, o aún peor, “rehabilitados” desde la falsedad escenográfica de una arquitectura de apariencias.

Por ello, la única esperanza que nos queda, la única esperanza que nos trae esta película y que definitivamente nos engancha, es la del humor tierno del personaje de Mr Hulot y la admiración que el niño, nacido y criado en este nuevo mundo moderno y desolado, siente por él; por su “tío”. A falta de una ciudad viva que mostrar a los alumnos, quizás lo más sensato que podemos hacer los profesores de arquitectura y diseño es imitar o seguir a “mi tío”, es decir, hacer mofa continua y amable, pero demoledora, de la tontería del diseño moderno. Otra cosa es que consigamos con ello la admiración y el cariño de los alumnos…, mas no hacia nosotros, claro, sino hacia el modo intemporal de construir lugares llenos de gracia y vida.

Quien quiera ampliar datos sobre Jacques Tati y esta película puede ver:
http://architettura.supereva.com/movies/19990601/index.htm
donde el arquitecto tinerfeño Jorge Gorostiza (buen amigo mío) llega incluso a realizar los dibujos contrapuestos de los dos escenarios: la vieja casa de Hulot (en alzado) y la casa moderna de su hermana (en planta).

martes, febrero 19, 2008

LA BIBLIOTECA DE BERLIN



Uno de los edificios que más me han emocionado en mi vida es la Biblioteca de Berlín, de Hans Scharoum.

Scharoum fue uno de los primeros arquitectos que conocí como estudiante pero no me interesó gran cosa. Provenía de una tendencia artística que pretendía hacer de la arquitectura algo “expresivo”y para ello los edificios tenían necesariamente que retorcerse, -nunca supe muy bien si para expresarse o para impresionar.

La primera vez que estuve en Berlín, en septiembre de 1995, entré en su edificio hermano, es decir, la Filarmónica, y aunque me gustaron la pobreza de materiales de los accesos y la riqueza espacial de su interior, el espectacular exterior, precursor de la moda en auge de los guggenheim, libeskinds, hadides, etc., me seguía echando para atrás.

Diez años después y ante el mismo edificio, con todos los guggenheims, libeskinds y hadides en candelero, pensé que La farándula de artistas y críticos periodistas le tenía que estar muy agradecido a Scharoum por las dos grandes obras de Berlín, pero la farándula parece ser corta de memoria y muy desagradecida. En desagravio, esta vez me animé a entrar a la Biblioteca con mis amigos Javier Dulín, Javier de Blas y Guillermo Morales Matos, y oh maravilla, nos quedamos boquiabiertos.
Muchas veces me he preguntado si la emoción de aquella visita tuvo que ver con los planos que Wim Wenders rodase en su interior para su extraordinaria y poética película “Cielo sobre Berlín”, pero si mal no recuerdo, esa película, estrenada en 1987, ya la había visto antes del viaje de 1995, pues traté entonces de ubicar los impresionantes paseos por los descampados cercanos al muro de aquel anciano que seguía buscando la desaparecida Postdamer Platz con la atónita compañía de los ángeles protagonistas.

En la visita al interior de la Biblioteca del viaje del 2005 el proceso fue al revés: no llevaba las secuencias cinematográficas en el recuerdo sino que las imágenes de la gente leyendo y estudiando con los ángeles alrededor me fueron asaltando a medida que recorría el edificio, y por ello tuve que atribuir parte de mi emoción a la interpretación que Wenders hizo del mismo.

Para salir de la posible ensoñación producida en mí por el cine, me apoyé en el testimonio de mis compañeros de visita y pude ver que también ellos estaban fascinados con la grandeza, la riqueza de espacios, la variedad de lugares e iluminaciones o la ocupación tan intensa y el silencio tan severo que se vivía allí (¡hubo quien nos recriminó por el clic de la máquina de fotos!). La ciudad de la gran pira de libros, todavía dividida por la guerra, había conseguido construir pocas décadas después el templo más hermoso de lectura que yo jamás había visto (y he visto unos cuantos).

Durante el curso siguiente mi hija Elena fue a Berlín en viaje de estudios desde Münster donde estaba de Erasmus, y ante su pregunta de qué ver en Berlín le dije que sin lugar a duda, lo más importante de esa ciudad era la Biblioteca de Scharoum de 1978. Tras su visita me contó que ya no dejaban entrar a no socios, pero que gracias a su incipiente alemán consiguió convencer a una de las vigilantes de la entrada (muy serias, por cierto) y le dejó pasar. Y lo mismo tuvo que hacer cuando nuevamente volvimos a Berlín con ella en el verano del 2006: Elena les pidió nuevamente permiso para que nos dejaran entrar y no hubo mayor problema. Se agradece.

Pongo aquí diez fotos de entre una y otra visita que no creo que digan gran cosa. Ante arquitecturas así yo no me conformo con un recorrido turístico o con unas fotos. Lo que me gustaría en verdad es vivir cerca de ese edificio para ir a leer allí muchas, muchas tardes.



















viernes, febrero 15, 2008

MIS HORRORES FAVORITOS

En las clases de fundamentos de diseño que he estado dando en los últimos años, solía proponer hacia el mes de diciembre un ejercicio que me dejaba unas buenas perlas para afrontar la navidad. Consistía en hacer dibujos simplificados o iconos mediante las técnicas de silueta, caricatura o reducción a blanco y negro. Los profesores de instituto recolectan perlas similares en los exámenes escritos y los suelen publicar con éxito como antologías del disparate. Y es que lo gracioso de estas perlas tiene que ver con su inserción en un largo collar, pues vistas una a una sólo parecen dibujos algo desafortunados y poco más.
La colección con la que finalmente cerré ese periodo docente tiene ciento y pico dibujos y me es casi imposible hacer una selección de diez para un post como éste. Pero bueno, para que os hagáis una idea, creo que vale.

He aquí dos gatos muy distintos: el primero me hace gracia porque parece que va en trineo, y el segundo por su aire de misterio y el diseño del rabo.




Muchos alumnos eligen dibujar barcos por su simplicidad, pero ya veis qué forma tan diferente de interpretarla:




Estos dos alumnos más atrevidos, se pasaron al windsurf, y mientras uno parece que vuela, del otro diríase que ha encallado:



En el tema de las tazas de water parece que tienen problemas con la proporción y con el encuadre:




El humo de esta fábrica nos remite a cabañas de indios. Menudo imaginario tan extraño:


Y esta imagen de un libro seguramente dice mucho del concepto que el dibujante tendrá de ellos:



En fin, así podría seguir hasta casi unos doscientos. El nombre que le di a la carpeta tampoco es muy afortunado: más que horrores son errores, "perlas" o disparates, pero tampoco me apetece mucho cambiarlo ahora. Otro día que queráis sonreír un rato, me decís.

lunes, febrero 11, 2008

LAGUARDIA


Creo haber comentado alguna vez que a los amigos íntimos y valerosos que vienen a La Rioja de visita les suelo llevar a Villamediana o Ribafrecha para que se hagan una idea de lo bonitos que son nuestros pueblos y lo prometedora que es nuestra arquitectura… Pero como muchos de los que me visitan no son tan íntimos ni valerosos, lo más socorrido para quedar bien como anfitrión y guía turístico de esta región es llevarles a Laguardia. Está a un paso de Logroño y en poco más de un paseo de media hora ofrece media docena de momentos muy originales y memorables: la vista hacia el Este con la cambiante silueta del León Dormido al fondo y los humedales cercanos al pueblo justo debajo; el paseo por el parquecito del Norte con el telón tan próximo de la Peña del León y toda la sierra de Cantabria; el balcón hacia los tesos arcillosos de la ribera del Ebro, hacia el Oeste, que en los días fríos nos exime de subir al mucho mejor balcón de Peñacerrada; el excelente callejero medieval interior a la muralla, la bodega de la Primicia o del Diezmo (que era de mi tío Luis y de la que en un tiempo tuve hasta la llave por haberles hecho unos bocetos para la distribución de una vivienda que no llegaron a hacer); la iglesia de San Juan Bautista, o la parada en alguna de las tascas…

Sí, ya sé que me dejo el sorprendente pórtico del siglo XIV de la iglesia de Santa María de los Reyes, que aunque policromado en el XVII causa siempre un gran impacto al visitante pues ofrece la oportunidad de ver cómo pudieron ser o imaginarse muchos de los pórticos medievales. Pero si me lo dejo es porque desde hace un tiempo lo han secuestrado los de la Oficina de Turismo local y si lo quieres ver tienes que pasar por caja, horario y guía. Es una lata, qué le vamos a hacer. Yo no puedo pasar por ello cada vez que voy.





Cuando tenía la llave de la bodega de mi tío solía enseñar sus calados, o cuando me encuentro por la calle con algún amigo mío, les suelo pedir que les enseñen la bodega de su casa a mis amigos visitantes. Y todos se quedan admirados. (Recuerdo con emoción la vez en que bajé con José Angel González Sainz y Graciella a la bodega de la casa de mi amigo Fernando el trombonista, y estuvimos allí sin luz durante un rato…). El plano de las bodegas de Laguardia es una de las informaciones fundamentales que deberían tener en la Oficina Local de Turismo, pero ya veis que no, que les va más lo del horario, guía y caja. En mi apresuramiento y amateurismo yo tampoco lo suelo llevar encima; y es por eso que lo traigo aquí, para que lo puedan consultar todos los amigos a quienes les he hablado de él, todos los que faltan por venir a verme, o todos los amigos de este blog.

Lo realizaron Iñaki Galarraga y José Ignacio Linazasoro para la Diputación Foral de Alava y está incluido en el libro que la Gili le publicó a este último con el título “Permanencias y Arquitectura Urbana” (Barcelona 1978). No sé de quién es la propiedad intelectual del plano, si de la Diputación, de los autores o de la Gili, pero espero que con la peste ésta del canon que padecemos no me pidan que lo retire y os impidan descargarlo y disfrutarlo. Lo he colocado arriba a un tamaño razonable y aquí abajo os pongo un detalle del mismo, también ampliable.

Yo reconozco y agradezco el trabajo de sus promotores, autores y divulgadores, y espero que se sientan suficientemente pagados con ello -igual que yo me siento más que pagado cuando alguien me lee en este blog incluso sin necesidad de que me lo diga o lo comente. Porque esa es la más valiosa de las esencias del trabajo intelectual y creativo: la de regalarse. O mismamente, la de entenderlo como la amistad de quien te enseña media docena de bellezas en un pueblo de su región.

sábado, febrero 02, 2008

SORPRESAS AALTIANAS



Este fue el primero de los edificios que vi de Aalto, el Enso-Gutzeit Headquarters de 1959-62 en pleno centro de Helsinki. Cuando lo vi me causó la decepción que ya me esperaba (ver post anterior), pero..., casualmente, tomé esta foto, y al ir luego conociendo el tipo de sorpresas que sus arquitecturas encierran, le he ido cogiendo el gusto: es como si le hubieran pegado un bocado a esa fachada tan sosa y aburrida justo en su entrega con el suelo ¿no?

En la universidad de Otaniemi hice esta otra fotografía de la biblioteca:


Parece como si la fachada hubiera estado pensada en un aplacado de mármol blanco sobre unos muros de ladrillo pero que el presupuesto no hubiera dado para más y la obra se hubiera quedado para siempre inconclusa...: como esas fachadas de tantas iglesias italianas pero con una composición abstracta de lo más moderno.

En la fachada al patio de la villa Maiera en Muuratsalo hay otro detalle parecido, aunque esta vez con un azulejo azul cobalto. El aplacado a un lado de la ventana y en el zócalo convierte la simetría de ese fragmento de fachada en una descarada asimetría, o aún más, en un descarado deshabillé por la forma escalonada en que se resuelve el encuentro entre lateral y el zócalo. (Están graciosos los dos javieres de la Escuela en esa foto):


En el centro cívico de Seinajoki los edificios se rompen constantemente en una dualidad de colores, -el blanco y el azul cobalto-, y en una dualidad de formas, -los paralelepípedos y las líneas inclinadas de cubiertas siempre inesperadas. No recuerdo si en el famoso libro de Robert Venturi hay alusiones a la complejidad y contradicción en la obra de Alvar Aalto, pero tiene ejemplos a patadas. Complejidad y contradicción como riqueza de expresión, como sorpresa y como magia:


Este otro remate de un edificio de la universidad de Jyvaskyla también me sorprendió por su novedad. Es frecuente que los edificios de Aalto se abran a la luz cenital pero en este caso esa apertura se incrementa por lo liviano del remate superior y con la no coincidencia geométrica del plano de las ventanas con el plano del zócalo de ladrillo:


¿Y qué me decís de ese hueco de la iglesita de Muurame abierto sobre esos ingenuos arquillos? ¿es una ventana original o se abrió luego? En cualquier caso es de una frescura sin igual:
La última de las sorpresas que aquí traigo requiere cuatro fotos. El espacio interior de la iglesia de Lathi tiene la solemnidad y la complejidad de sus mejores iglesias,




pero el ventanal a ras de suelo de la parte de atrás parece como venido de un mundo mucho más doméstico y amable. Qué duplicidad tan espléndida ¿verdad? Parece una foto tomada en otro lugar:


Y así muchos y muchos detalles sorprendentes logrados con una gran sencillez y economía de medios. Detalles sobre los que raras veces he leído algo. Detalles sobre los que es aún más raro poder leer algo escrito con sencillez y economía de medios....