martes, mayo 27, 2008

SKECHTUP


Mis preocupaciones en torno a la relación entre los diferentes tipos de dibujo y el proyecto de arquitectura las dejé escritas hace algo más de tres años y se pueden aún leer en internet: http://www.coar.es/cultura/elhall/numero87/hastalacocina.htm . Pero lo que no conté en aquel largo artículo de contenido casi académico, fueron mis malas relaciones personales con el “dibujo informático” desde que empecé con él en los primeros ordenadores de los años ochenta. Y es que es la historia de un largo desencuentro o desamor que de algún modo también influyó en que abandonara el ejercicio profesional para refugiarme en la docencia.

Después de pasar por aquel primer Spectrum que guardaba sus archivos en cassetes y los primeros Amstrad de pantalla verde con los que descubrí una nueva forma de escritura, los primeros PCs empezaron ya a ofrecer algunos programillas de dibujo que prometían mucho y no ofrecían nada. Y cuando empezaron a salir los CAD y los probé, me di cuenta de que íbamos a ser conejillos de indias del dibujo informático al menos durante dos décadas, pagando la novatada con muchas de aquellas viejas y costosas pesetas.

En octubre de 1995, siendo director del primer año de ELhALL publiqué un articulito muy gracioso de Javier Solozábal en el que contaba sus ímprobos esfuerzos con el CAD-KEY y el AUTO-CAD y la oferta comercial de las aplicaciones que había desarrollado con un par de expertos para su uso en los despachos de arquitectura.

Dos años después, y siendo Decano del COAR, era pan de cada día hablar con Ernesto Reiner o Alfonso Samaniego sobre los avances en el tema y las promesas comerciales de unos y otros. Reiner apostó por un desarrollo del AUTOCAD llamado ARKITOR que hicieron unos tipos de Madrid, y Samaniego por el ALLPAN del entorno Mac (y hasta yo me fui a Madrid a hacer un cursillo de una semana con el Arkitor). Luego Reiner, tras un breve paso por la Escuela de Arte recaló en el despacho de Jesús Pascual dedicándose exclusivamente a la combinación de los programas punteros en la materia: Autocad más 3D Estudio con retoques con Photoshop, etc.

Si yo que no me he dedicado a la profesión puedo contar una larga historia sobre los devaneos con el dibujo informático ¿qué no podrán contar quienes por obligación han tenido que pagar uno y otro avance o incluso alguna que otra multa (!) por el uso de aplicaciones piratas?

Sea como fuere, en el “refugio docente” no se podía ser ajeno a los avances informáticos así que por dos veces intenté ponerme al día con el Autocad y por dos veces lo abandoné, y ante las promesas de un dibujo fácil en tres dimensiones también hice un curso del 4D Cinema que me dejó como estaba.

Como dije en el artículo arriba mencionado, el Autocad es para delineantes y no para creadores y sus rutinas son tan extrañas que se olvidan con más rapidez que se aprenden. Si no estás todo el día al ordenador con ellas, mejor que no lo intentes. Y con el 4D, igual. El gran problema del aprendizaje del dibujo técnico y la geometría descriptiva, es decir, el de la adquisición de una cierta visión espacial previa para poder proyectar seguía hasta ayer como en la época previa a la informática. Y por el lado opuesto, es decir, en el del dominio descontrolado de los expertos en dibujo digital, ya he dejado amplia muestra de los horrores arquitectónicos a que nos lleva (v. por ejemplo el artículo de Fredy Massad: DEGENERACIÓN DIGITAL)

Pero hete aquí que por fin aparece un programa de aprendizaje sencillo y rutinas muy intuitivas que permite representar en tres dimensiones, y que encima es gratuito: el SKETCHUP de Google (http://sketchup.google.com/intl/es/ ). Los enterados dicen que ya lleva mucho tiempo corriendo por ahí (y en efecto, ya va por la sexta versión) pero yo he tenido noticia de su existencia en esta primavera del 2008 y a diferencia de los “enterados”, que no han dicho nada, yo sí que me he maravillado de sus prestaciones y de sus grandes posibilidades en la docencia de arquitectura y del diseño urbano y de interiores.

Si durante los últimos diez años me he empeñado en que los alumnos no pasaran directamente de los bocetos al autocad sin haber pasado previamente por el “plano matriz” de ajuste a lápiz, ahora me temo que entre esos bocetos y ese plano matriz se me va a colar felizmente este nuevo tipo de dibujo informático que permite visualizar en tres dimensiones con extrema facilidad cualquier boceto, o que permite darse cuenta perfectamente del contexto en el que proyectamos.

El aprendizaje de la visión espacial va a dar un vuelco considerable y el dibujo técnico y la geometría descriptiva van a dejar de ser los cocos de nuestra enseñanza… (hace unos días que vinieron a ver nuestra Escuela unos alumnos de bachillerato artístico con la intención de informarse de los estudios de diseño, y lo primero que preguntaron es si en nuestros estudios había mucho dibujo técnico; ante la respuesta afirmativa eran muchos los que decían ¡ah! pues entonces esto no va conmigo…).

Por aquello de probar, a las pocas horas de descubrirlo he intentado dibujar mi casa en el pueblo y en las dos imágenes que traigo aquí está parte del resultado (las posibles vistas de ese dibujo son infinitas, claro). Y lo mejor de todo es que, a diferencia de todos los programas anteriores que he probado, con el sketchup tengo la misma sensación que con saber andar en bicicleta: que es algo que no se olvida.
No creo que el sencillo sketchup pueda sustituir al muy complejo y completo Autocad en la última fase del proyecto (aunque en los dibujos finalistas puede darle más de un susto) pero lo que está claro es que el año que viene lo introduciré en la programación del primer curso de proyectos para la rápida adquisición del dominio de la representación espacial por parte de los alumnos y que, obviamente, compartiré aquí los resultados.