martes, marzo 04, 2008

NATURALIDAD EN LA MODERNIDAD


Mi conocida aversión a la arquitectura moderna tiene que ver con su rápida elevación a los altares de la Historia es decir, con su impostura o su imposición cultural vía progre o por la izquierda. Y es que no tiene uno más que ir a la exposición de Arquitecturas 2005 – 2006 del Colegio de La Rioja (o a la semejante que hagan en cualquier otra provincia desde donde me lean) para comprobar los resultados de ese pensamiento único, tan generalizado como aburrido.

Pero no toda la modernidad es así. Sería muy tonto por mi parte no reconocer que se puede ser natural, espontáneo y sencillo siendo moderno. Y en ese sentido, seguramente el mejor arquitecto de esa modernidad tranquila y amable, el descubrimiento más emotivo que me ha ocurrido en mi observación de la arquitectura moderna, haya sido el de la figura y la obra de Arne Jacobsen.

A Jacobsen se le conoce en el mundo por las formas femeninas de la silla hormiga, es decir por su producto más erótico y expresivo (Mariscal dixit), pero a mí el Jacobsen que más me interesa es justo el más tranquilo, el menos aparatero y exitoso.

No soy ni mucho menos un experto en la obra y vida de Jacobsen y la verdad es que me gustaría tener más datos sobre su personalidad para saber si encaja o no con mis intuiciones. Pero esa imagen suya tan amable, fumando en su pipa y dibujando, siempre me ha cautivado.

En el hall88, Javier Dulín relató con entusiasmo nuestra visita al Santa Catherine College de Oxford de 1964. Como todavía no lo han quitado de internet los jerifaltes del COAR os doy el link para que le podáis echar un vistazo: Colegios de Oxford. Maqueté entonces su texto con algunas de las fotos que ambos habíamos hecho conjuntamente, pero como en aquel formato tan reducido y en blanco y negro no decían gran cosa, voy a poner aquí cuatro fotos más en color para que se entienda mejor el estupendo rato que pasamos aquella tarde de un viaje de estudios con la Escuela de Artes y Oficios.






Sin embargo, el gran viaje a la obra de Jacobsen fue el que hicimos con el COAR a Copenhague Aarhus y Hamburgo, donde visitamos muchas de sus obras más significativas. No es mi intención ni mucho menos hacer aquí un reseña sobre toda la obra de Jacobsen, sino colgar tan solo unas pocas fotos que hablen de esa “naturalidad” que veo en su modernidad. Una naturalidad tan auténtica que hasta puede que algunos de sus edificios nos parezcan vulgares, como el Ayuntamiento de Rodrove de 1954,

o sencillamente feos, como el National Bank de Copenhague, de 1966,



o algo caóticos, como esas casas de Bellevue (1930-35) cuya espontánea composición deviene tan desordenada como la de cualquier arquitecto de apartamentos de nuestra costa.


Pero bueno, hay que fijarse bien en las fechas y en el contexto mundial y no dar tanta importancia a los resultados. Y es por eso me apetecería saber más de Jacobsen hombre, y por lo que, si alguien me cuenta algo de su biografía personal, le quedaría muy agradecido.

Con todo, os dejo con una foto de la Hew Haus en Hamburgo (1962-69) que da buena cuenta de la “finura” que tanto gusta a la progresía moderno-académica,

y con otra imagen urbana del magnífico Ayuntamiento de Aarhus (1937) que nos devolverá siempre a ese momento mágico en que la arquitectura ya empezaba a ser moderna sin dejar de ser buena arquitectura, o sea, arquitectura sin apellidos .