martes, febrero 06, 2007

122. ADIÓS AL COAR



Colegio Oficial de Arquitectos de La Rioja
Junta de Gobierno
Logroño

Decano y miembros de La Junta de Gobierno del COAR:

He esperado hasta el último momento de mi trabajo en la Guía de Arquitectura de Logroño algún gesto por vuestra parte que me indujera a volver al origen del encargo que la puso en marcha, pero ha sido en vano. Una vez concluida esta labor creo mi deber dar cumplida respuesta a vuestro acuerdo 05110/4.1/23.05.05 con registro de salida 3.650 de fecha 26 mayo 2005 que, por si no lo recordáis (y no es mi intención haceros perder tiempo buscando en los libros de actas), dice textualmente así (lo transcribo con la misma puntuación, aunque esté mal redactado, y me permito tan sólo corregir algunas erratas y acentos (Arqutectura, Araquistían etc):

“Tras la consulta realizada a través de la vocal de cultura de la Junta de Gobierno Sra Ibañez, da cuenta que D. Juan Diez del Corral ha manifestado verbalmente, su renuncia al compromiso adquirido con el COAR para la elaboración de la “Guía de Arquitectura de Logroño”. Teniendo en cuenta que su propuesta fue presentada bajo su dirección, junto a los arquitectos colaboradores D. José Miguel León Pablo, D. Jesús Ramos Martínez y D. Jesús López-Araquistáin y tras debatir el tema, se acuerda: Solicitar al Sr. Diez del Corral que confirme por escrito su renuncia al compromiso adquirido con el COAR para la elaboración de la “Guía de Arquitectura de Logroño, y dar traslado de este acuerdo a los arquitectos colaboradores”.

No supe nunca qué información verbal le llegó a la Sra. Ibañez para mover a la Junta a tomar aquel acuerdo, pero era natural que tras el anterior -vergonzoso e ignominioso- acuerdo 05104/2.1 de 16.02.05 sobre el “contenido de elhall” mis relaciones personales con todos y cada uno de los miembros de la Junta de Gobierno que lo firmasteis estuvieran bastante deterioradas, y que mi estado de moral respecto al trabajo de la Guía hubiera sufrido alguna merma. No hay que olvidar tampoco en todo este proceso que por aquellos meses la editorial Biblioteca Nueva os hizo entrega de la edición de mi libro Manual de Crítica de la Arquitectura, que a pesar de haberlo coeditado con el dinero de todos los arquitectos no os dignasteis ni siquiera a presentarlo públicamente a la ciudad.

Cuando recibí vuestra solicitud de renuncia a mi trabajo, lo comenté con José Miguel León y éste llamó a los dos miembros de la Junta que pudieran ser más cercanos a mi persona, esto es, Pablo Larrañeta y Noemí Grijalba, y los cuatro tuvimos un encuentro informal en la terraza de la cafetería Crema de la calle Calvo Sotelo, en la que yo les pedí a éstos que me dejaran trabajar en paz y que diésemos tiempo al tiempo.

A la vuelta del verano del 2005 fuí requerido por la Junta de Gobierno del COAR (no recuerdo si por carta o mediante la Comisión de Cultura) para que mostrara la marcha de la Guía y me encontré que en la Sala de Reuniones del Colegio no comparecieron más que los mencionados Pablo Larrañeta y Noemí Grijalba. Gustosamente les mostré mi trabajo y me fui con la sensación de haberles sorprendido, e incluso abrumado, con la cantidad de documentación que estaba manejando. Pero también me fui con la sensación de que su apoyo era insuficiente y que el resto de la Junta, y especialmente el Decano, hubieran preferido que mi trabajo naufragase. Lo que está claro es que demostraron poco interés por él: el acuerdo de 26 de mayo seguía vigente y no fue revocado.

Pasaron los meses, seguí trabajando en la Guía sin desfallecer, y mientras tanto intenté un amistoso acercamiento al Colegio a través de la organización de un Viaje de Arquitectura a Brasil. Vano intento: todo lo que viniera de mi persona parecía estar maldito para la Junta, así que todos los arquitectos que finalmente fuimos a Brasil lo hicimos, bien con cierta tristeza, o bien a despecho de la falta de apoyo y consideración del Colegio por nuestra iniciativa.

A partir de mayo del 2006 empecé a redactar, editar y enviar a numerosos compañeros arquitectos y amigos no arquitectos, los LHD (abreviatura de una publicación personal cuyas siglas pudieran entenderse como Le Hall Digital, o como nuestro familiar Ladrillo Hueco Doble). Pude saber que muchos de ellos eran leídos (devorados sería más exacto) por los propios miembros de la Junta de Gobierno, y hasta la propia coordinadora de la Biblioteca del COAR me pidió que se los enviase, como así hice. A partir de septiembre del 2006 los LHD pasaron a ser de dominio público al estar en una web abierta de internet, así que entre las filtraciones de una etapa y la libre accesibilidad de la siguiente, la Junta ha estado perfectamente al tanto de mi empeño personal en dar cumplida cuenta del trabajo de la Guía y de la orfandad de encargo y promoción que ésta tenía a causa de su desentendimiento.

Hago pues aquí, mediante esta carta, la solicitada “renuncia” al “compromiso adquirido” y hago también la devolución al Colegio, mediante entrega a sus administrativos, del anticipo de 3.000 euros que se me abonó a finales del 2004, no sin el lamento de que Hacienda se me llevara un tercio de esa cantidad en la Declaración de la Renta de aquel año, que ya no podré recuperar.

Cierto que se pudiera argumentar que mi tardanza en aceptar vuestra solicitud de renuncia os hubiera podido hacer perder un tiempo precioso en sacar nuevamente a concurso la redacción de una Guía, pero es de dominio público (y a la documentación de la última Asamblea me remito) que no lo habéis desperdiciado del todo y que desde hace algún tiempo José Miguel León viene trabajando para vosotros en un Inventario de arquitectura del siglo XX, que es como una guía encubierta. Lo más triste de este episodio es que, en mi ingenuidad, yo le había enseñado toda mi documentación a José Miguel… (por si queréis más datos, los tenéis en el LHDn99).

Siento de veras que hayáis despreciado mi trabajo, sobre todo porque todo él está centrado en la figura de los arquitectos como artífices principales de la construcción de la ciudad. Tal y como me propuse, la Guía de Arquitectura de Logroño que he concluido recientemente es el más ambicioso documento sobre nuestra profesión jamás escrito en nuestra ciudad. Y es triste que la institución que ha representado a esa profesión durante buena parte del largo periodo que abarca la Guía, se haya desentendido de ella.

A pesar de haber participado activamente en nuestro colectivo durante más de veinticinco años de colegiación y de haber fraguado en él no pocas ilusiones, esfuerzos, afectos, convivencias y amistades, llegando incluso a regir su Junta de Gobierno como Decano en los difíciles años de la liberalización de tarifas, ese desprecio de la actual Junta de Gobierno hacia mi trabajo, y por extensión, hacia mi persona (acuerdo sobre elhall, silencio sobre el Manual, rechazo de apoyo al viaje a Brasil, etc), unido a la escasa respuesta colectiva del resto de compañeros arquitectos que no han levantado la voz contra vuestra gestión, me ha llevado a tomar la firme decisión de dar por finalizada mi pertenencia al Colegio, solicitando mi baja como colegiado número 44, y dejando constancia de que sólo aceptaré volver a ser miembro del mismo cuando alguna otra Junta de Gobierno anule los vergonzosos acuerdos sobre mi persona a que he hecho alusión en este escrito, y restaure la deteriorada imagen que vais a dejar del Colegio tras vuestro paso por su directiva.

Dado el carácter público de esta carta, la hago extensiva a todos los que pudieran estar interesados en su contenido a través de su edición digital en el LHD.

Logroño, 5 de febrero del 2007
Juan Diez del Corral