Mañana salen a Glasgow y a Roma los dos viajes de estudios que organiza este año nuestra escuela, un tipo de viaje que iniciamos Javier Dulín y yo hace cinco años proponiendo que el dibujo individual en cuadernos de campo constituyese su “leit motiv”. Javier ha seguido viniendo a los viajes de la Escuela después de dejarla, pero este año, por primera vez, ni él ni yo viajamos. Lo mío ha sido por pereza y cansancio de viajar. Él, sin embargo, no ha querido dejar esa buena costumbre de viajar y dibujar, y como anunciaba el otro día (v nLHD048), se ha ido por su cuenta.
De vuelta me ha traído un par de libros para que me documente sobre el siglo XX: Guida di Roma Moderna, dal 1870 ad oggi, de Irene de Gutry; y Roma nel XX Secolo, Fotocronaca dal cielo di una cittá in transformazione, de Donatella Cialloni, en los que, entre otras muchas cosas se puede seguir perfectamente la construcción de las avenidas internas mussolinianas, las sedes ministeriales decimonónicas o los planteamientos del crecimiento exterior, y se obtiene la forma de ir a ver el interesante barrio de Quaroni en Casa Tiburtino, de 1949 o las muchas obras de Libera.
Para no olvidar aquella forma de viajar y a modo de deberes cumplidos, me ha regalado también cuatro apuntes del cuaderno de viaje que muy a gusto coloco aquí con su permiso. Me parece muy interesante esa forma fragmentaria de encuadrar que parece tener que ver con las fotografías de interiores en las que nunca podemos captar todo el espacio vivido, o ese trazo tan nervioso que poco o nada tiene que ver con el cuidadoso detalle de sus obras construidas.
Pero en fin, no me voy a enrollar más, que el LHD está cerrado por viajes, estudio y… “vacaciones”.