Como correspondencia a los viajes que hemos compartido siendo yo organizador, o a modo de agradecimiento a los LHDs, o simplemente por pura y sencilla amistad, hace unos días me envió Ramón Ruiz Marrodán una preciosa colección de 24 fotos tomadas en un reciente viaje suyo a Camboya.
Ya he escrito otras veces que es para mí un placer recibir fotos y comentarios de viajes de amigos y gente conocida, pues aunque a primera vista pudieran parecerse a los de los periódicos y guías, yo les doy un valor completamente distinto. Son historias e imágenes con nombre propio que retratan tanto hacia fuera como hacia dentro, y que además de permitirme conocer un poco mejor los rincones y las gentes de un país lejano también me acercan a la forma de mirar del fotógrafo y comentarista, sintiéndole y conociéndole un poco más.
Le contesté de inmediato pidiéndole permiso para ponerlas algún día en este blog y rogándole que me las enviara con un poco más de tamaño, pero han pasado ya unas semanas y aún no me ha dicho nada. Como creo conocer la respuesta a la primera petición, y si espero a su mail se me va a perder la carpeta en mi desordenado ordenador, me he animado a seleccionar cinco de sus fotos para poner aquí un pequeño álbum de ese país junto a su nombre.
La experiencia no es nueva para mí. Durante la última etapa en que dirigí elhAll, Jesús López Araquistain se animó a hacer una columna titulada “Otros tiempos, otros lugares”, con la idea de compartir una o dos fotos y un breve comentario de sus viajes. Jesús es uno de los más grandes viajeros de esta ciudad, y no me será fácil olvidar algunas de sus sesiones de diapositivas en el Colegio, como las que hacía tras los viajes COAR, o la que hizo de un viaje particular a Perú y al altiplano boliviano. También he estado en su casa viendo fotos de viajes a Vietnam y al Cono Sur, pero siempre he preferido las puestas en común más abiertas. Casualmente, aquella columna de Jesús se inició con una foto del templo de Ta Phroom en Camboya (elhAll72, que como es el primer hAll que se publicó en la web del COAR aún puede verse en http://www.coar.es/cultura/elhall_fr.htm), lugar que también ha visitado ahora Ramón. Con estas dos visitas al templo comido por la selva y con algunas otras fotos del mismo que he visto aquí y allá, ya me siento en él como en mi casa.
Como habrán podido comprobar los actuales lectores de elhAll, también otro arquitecto local nos cuenta en el número 96 sus recientes viajes al lejano oriente, concretamente a Corea, Malasia y China, dejándonos cumplido rastro de su modo de pensar: “no es que en el Lejano Oriente estén occidentalizados –escribe a modo de conclusión en su “reflexivo” artículo-, es que allí, al igual que aquí, somos hijos de una época marcada por la fluidez del conocimiento, abierto a todos por igual. Quizás tendríamos que decir a casi todos”. No sé, más bien parece que a este otro arquitecto los viajes le espesan el conocimiento en vez de hacérselo más fluido…; sobre todo si reparamos en las fotos con que lo ilustra…
No digo más que el protagonista de hoy es otro. Las fotos de Ramón se pueden ver un poquito más grandes si se pincha en su interior, pero la verdad es que me gustaría poder ofrecerlas al tamaño de la pantalla del ordenador. Son de una belleza y una sensibilidad verdaderamente exquisitas. Si algún día me las manda, les pondré un enlace para que los lectores del LHD las puedan disfrutar también a pantalla completa.
Gracias Ramón.