domingo, mayo 20, 2007

AGUSTÍN Y LA SAGA DE LOS CADARSO







En las últimas décadas muchos arquitectos de Logroño hemos animado a nuestros hijos a estudiar arquitectura (ay) así que los comentaristas de las próximas décadas van a estar muy entretenidos con las sagas. No es un tema que me apasione, pero para hacer una pequeña introducción de Agustín Cadarso García de Jalón (AgCGdJ), “el cuarto arquitecto logroñés” (véanse en los índices de este blog las presentaciones de Maximiano Hijón, Francisco de Luis y Tomás y Luis Barrón), hay que desbrozar la larga saga a la que pertenece.

El primer arquitecto Cadarso que menciona Inmaculada Cerrillo en su libro es Angel Cadarso Greño (AnCG), y la única información interesante que da es que se tituló en 1877. Menciona como suyas dos casas de 1882 y no da la relación que pudo tener con Agustín Cadarso García de Jalón, pero por las fechas de titulación podría muy bien ser su padre: Agustín se tituló en 1909.

Hermano de éste (y por lo tanto probable hijo del anterior) fue Gonzalo Cadarso García de Jalón (GCGdJ), que es sin lugar a duda el arquitecto más prolífico de la saga y el que más huella dejó en nuestra ciudad. García-Pozuelo le negó la existencia en su “Guía de Arquitectura”. Gorka le saca en dos páginas de su publiguía, pero a juzgar por la importancia de su obra, estoy seguro que se merece mucho más (¿un libro? ¡ah!, ja, ja, ja, ja… un libro…, qué risas hacíamos el otro día con el asunto ¿verdad?). Bueno, quizás un libro no, pero espero traerle a este blog más de una vez.

Hijo de Agustín es Angel Cadarso del Pueyo (ACdP) que se tituló en 1946 y cuyas únicas obras en Logroño que conozco son dos: la interesante casa de la esquina de Bretón con Víctor Pradera, un edificio que había proyectado previamente su tío Gonzalo y que él reforma dándole otro aire; y la casa “creciente” de Avda de la Paz 26 y DVictoria 29. Gorka dice que ACdP es hijo de Gonzalo, pero que yo sepa, Gonzalo fue soltero toda su vida… (finura de historiador).

Por último, hijo de Angel Cadarso del Pueyo es Angel Cadarso Santillán, titulado en 1981 y colaborador habitual de Eduardo Moscoso del Prado. Su aportación más notoria a la fisonomía de nuestra ciudad es el edificio esquina de Avda Portugal con la Plaza Murrieta de 1988.

Aclarada la saga (con tres Angel, un Agustín y un Gonzalo), ya podemos pasar a presentar a Agustín y los edificios en Logroño que conozco. Los pongo en orden cronológico:

1910 Esquina Canalejas con Murrieta (donde estuvo la Muñeca de Trapo).
1910 Casa de viviendas en Avd Portugal 19 (con un ladrillo prensado muy bonito)
1910 Casa en Bretón de los Herreros 16 (donde está Foto Pisón)
1911 Casa de viviendas en Avd Portugal 11 (la del mirador de esquina en púlpito)
1912 Frontón Beti Jai (desaparecido).
1912 Chalet en Vara de Rey (reutilizado por la comunidad de las Escolapias)
1915 Casa de viviendas en Portales 12 (donde tuve yo mi despacho, ¡qué tiempos!)
1916 Casa de Viviendas en Calvo Sotelo 12 (donde tiene el estudio Navaridas)
1916 Círculo Logroñés (actualmente en proceso de reforma interior)

Tengo también anotado que trabajó en la dirección de obra (1911-1925) de la Escuela de Artes y Oficios (de Rubio y Mosteiro) junto con su hermano Gonzalo. Y Gorka da también el dato (pag 53 de su guía) de que fue arquitecto provincial de Logroño entre 1909 y 1922 aproximadamente (je, je…, otra finura histórica), es decir, después de Francisco de Luis y Tomás… aproximádamente.

La corta carrera profesional en Logroño de Agustín (13 años si las cuentas no me fallan) debe de tener su explicación en la tendencia general en esta saga de tener un pié aquí y otro en Madrid (aproximádamente…).

Las valoraciones de García-Pozuelo y las adscripciones estilísticas que hace Gorka para “explicarnos” su arquitectura, mejor ignorarlas para no coger más cabreos.
Como ilustraciones pongo fotos de los planos de tres de sus proyectos (corresponden a las marcadas en negrita) y dos fotos del desaparecido Beti Jai, obviando las más conocidas y divulgadas; y creo que con todo ello, con los datos ordenados y los comentarios a los errores e imprecisiones de los demás “historiadores” ya vale como presentación, ¿verdad?