martes, mayo 01, 2007

AGAPITO DEL VALLE Y LAS IGLESIAS RIOJANAS







Si las cuentas no me fallan este año tocan Jornadas del Patrimonio, y si no media un milagro y se produce alguna sorpresa, una vez más tocará no ir. Pagar algo así como veinte mil pesetas de inscripción para que te cuenten las últimas obras que has visto en las revistas, no tiene otro sentido que el de compartir unos días de convivencia con la profesión, -y para convivencias con la profesión estoy yo después de lo bien que se han portado conmigo mis compañeros (ex-compañeros ya, como le decía el otro día a Gerardo Cuadra cuando le saludé en la calle). Y eso por no hablar de la arquitectura de las propias “intervenciones”, que ese es otro cantar. En fin, si algún lector del LHD va, que me las cuente, que con ello me conformaré.

Una agradable sorpresa para unas Jornadas del Patrimonio, por ejemplo, podría ser la de que alguien presentara una comunicación sobre la arquitectura de Agapito del Valle en las iglesias riojanas. Eso ya me haría pensar dos veces lo de ir o no ir.

Digo esto porque, revolviendo papeles y notas que tomé en el año 1984, he encontrado un listado de las obras que nuestro célebre arquitecto proyectó para la diócesis entre 1942 y 1956, y hasta unas fotocopias del proyecto que hizo para la ampliación de la iglesia de Baños de río Tobía. El caso es que al ver la “planta” de esta iglesia en el Inventario de Moya (foto 1), uno pudiera pensar que está ante una hallenkirche más, pero mira por donde que no, que la iglesia original del XVI era de cruz latina y su conversión en hallenkirsche es de 1947 (fotos 2 a 5). Para ser justos con los historiadores del Inventario diré que ellos ya dicen que las “naves laterales son de este siglo”, pero para ser justos del todo diré también que parece que les importa un pito la importancia de la reforma y su autoría.

Gerardo Cuadra se tituló en 1953, pero entre su rodaje por Madrid y su ordenación como sacerdote, no tengo muy claro si sucedió a Agapito como arquitecto de la diócesis o si hubo algún otro “compañero” trabajando por entre medio. Lo que está claro es que con el archivo de uno y el del otro, se podría recomponer una planimetría de nuestras iglesias mucho más fiable y provechosa que la del Inventario de nuestras desdichas.

Esta es la lista de iglesias en las que trabajó Agapito del Valle entre 1942 y 1956:
Lardero
Villamediana
Agoncillo
Ribafrecha
Baños de Río Tobía (1947)
Cervera del Río Alhama
Rodezno
Alcanadre (1955)
Cenicero
Viguera
Sorzano
Briñas
Ortigosa (1956)
Santo Domingo
Santiago (Logroño)
Murillo y
Sotés.

(casi nada…)

Al margen de recuperar y divulgar sus planos, sería también muy interesante comentar la actitud desprejuiciada de las “intervenciones” de Agapito del Valle mediante una arquitectura que podríamos adscribir a la tendencia más desenfadada del “viollet-le-duc-ismo”.

De Gerardo se conocen aquellas obras en las que entró como Jesucristo en el templo de Jerusalem, es decir, las más ensalzadas por sus admiradores progresistas y seguramente las peores. Pero yo estoy seguro que la obra de Gerardo es mucho más amplia y que en la mayoría de las intervenciones ha sido muy comedido. Mucho más comedido, seguro, que Agapito.

En fin, estaría bien que se hablara en profundidad y sin miedo de estas cosas en unas Jornadas de Patrimonio, porque así aprenderíamos un poco más de historia y de arquitectura y se haría menos promoción de nuevos santitos. Pero eso es mucho pedir ¿verdad?