viernes, abril 20, 2007

TRAFFIC LIGHTS (A LA CALIFORNIANA)



Circulando en coche por el norte de California hace un par de años me llevé unas cuantas sorpresas respecto al diseño del viario. La primera de ellas ya la había descubierto durante otro verano que estuve en Pennsylvania: en Estados Unidos, país donde el movimiento en automóvil es poco menos que consustancial con su historia, no hay apenas rotondas. Por supuesto que las conocen (no son tontos), así que si no las utilizan es porque sus calles y carreteras son tan amplias que para regular sus complicados cruces y los giros en los cruces, prefieren las “traffic lights” (los semáforos, vaya).
En una zona rural de Pennsylvania me llamó la atención el curioso diseño de una carretera de tres carriles con el central como vía continua de giro a la izquierda e incorporación al carril contrario (v LHDn28) pero no vi nada especial en los cruces y la regulación semafórica. En los pueblos y carreteras del Norte de California, sin embargo, me vi gratamente sorprendido al descubrir que en muchos de los cruces con semáforos puedes hacer U-turn (cambio de sentido) si te pones en el carril de la izquierda. Esa es una posibilidad extraordinaria que aquí no se le ha ocurrido jamás a ningún ingeniero de caminos.

Pero el verdadero truco por el que los complicados cruces de calles y carreteras del Norte de California con dos o tres carriles por lado funcionan con gran posibilidad de giros y bastante más fluidez de la esperada, radica en algo que aquí tampoco es costumbre: UNA REGULACION SEMAFORICA DE TIEMPOS CORTOS CON AVISO DE AMBAR PREVIO A LA POSICIÓN DE VERDE.

Tengo que confesar que la primera vez que experimenté ese tipo de semáforos de tiempos tan breves me irritó un poco. Circulando a unas 30 millas por hora y a unos cien metros de un cruce de carreteras vi que mi semáforo se ponía verde, así que aceleré un poco para pasarlo; pero cual no sería mi sorpresa cuando antes de llegar al él ya se me había puesto ámbar y rojo, así que tuve que frenar fuerte y parar. ¡Vaya miseria de tiempo para pasar! ¿no? Ahora bien, no había acabado la frase cuando ya tenía otra vez el ámbar en mi semáforo avisándome de que estuviera preparado para pasar.
A poco que lo pienses, descubres que un semáforo regulado de esa manera, es algo así como una rotonda sin necesidad de sus aparatosas curvas y despilfarros de espacio.

Para que el paso por los cruces sea fluido y seguro, es preciso que todos los coches pasen siempre a poca velocidad. Un semáforo de tiempo largo provoca acelerones en los tiempos verdes y mucho aburrimiento, sesteo y pitidos de los atrás, en los tiempos rojos. Por el contrario, un semáforo de tiempos cortos, obliga siempre a disminuir radicalmente la velocidad (como en la entrada de las rotondas), permite giros a la izquierda y hacia atrás (como en las rotondas) y te mantiene permanentemente atento al movimiento (como en las rotondas). Y en cruces complejos con dos o tres carriles por lado, donde las rotondas fracasan estrepitosamente (v. Rotondas. El principio y la norma), no me cabe ninguna duda de que resuelven el problema mucho mejor que aquellas.
Ya que a muchos ingenieros de caminos de por aquí les llevan de turismo a los valles californianos para ver viñedos y bodegas, no estaría de más que entre vino y vino, se fijaran un poco en el diseño de los cruces.

(Un dato más: Estados Unidos es muy grande y no en todos los sitios las cosas funcionan igual. A continuación de nuestra estancia en North California pasamos una semana en Boston conduciendo también un coche por todos los alrededores de la ciudad y por el estado de Massachusset. Pues bien, los semáforos de Boston son de tiempo largo, y la regulación de sus cruces poco más o menos como los nuestros. ¡Ahhh! ¡esta vez el contraste sí que se nos hizo insufrible!).

(Para ilustrar esta nota he buscado en los archivos de aquellas vacaciones alguna foto de los cruces californianos, pero lógicamente no he encontrado ninguna que expresara bien lo que cuento, así que a falta de otra cosa pongo arriba una foto hecha en el semáforo de una calle de entrada a San Francisco. Pero a cambio he encontrado algunas fotos (esas sí, tanto de la costa Este como en la Oeste) que muestran como tratan los norteamericanos las cunetas y las medianas de sus carreteras por si te sales de la calzada: justo como aquí ¿eh? con esas profundas y criminales cunetas en V… (v. Cunetas en V)